Cambio de bañera a plato de ducha

Nuestra empresa se creó hace años para colaborar con la comunidad de Madrid en la ayuda de todas las personas con problemas de movilidad reducida, más adelante fuimos pioneros y tratamos de empezar a dar un nuevo servicio de cambio de bañera por ducha sin obras por las numerosas caídas mientras realizaban sus tareas de higiene personal independientemente de la edad del cliente. El cambio de ducha por bañera o por un plato de ducha fue ganando clientes que se lo comentaban a sus vecinos o amigos, hasta llegar hasta hoy con uno de los mejores servicios y calidades en el sector.

La evolución de bañeras ducha ya llego hace años aunque hoy en día también por estilo o moda está llegando a la gente más joven por los nuevos diseños en los trabajos solicitados, este tipo de clientes es algo más especial que no busca un precio bajo en la reforma sino ganar estilo en su hogar, por eso también nos hemos ido adecuándonos a los cambios a medida que han ido evolucionando las necesidades de cada cliente, cuando vas a evolucionar tú? instala tu plato de ducha ya.

La ducha con plato frente a una bañera convencional presenta numerosas ventajas ya enunciadas en otro apartado pero nos gusta insistir en el ahorro considerable de agua y la necesidad de ahorrar y no consumir nada más que lo necesario, no olvidemos de la comodidad de darte una ducha rápida sin perder tiempo o la accesibilidad rápida y evitando las caídas tontas por las prisas o traspiés que no son controlables

Dentro de nuestro catalogo de productos podrás elegir acorde a tus necesidades con presupuestos ajustables, te invitamos a que eches un ojo al catalogo de productos y pidas presupuesto sin compromiso a través del breve formulario de contacto.

Testimonio

Moira Luque, 25 años::
En un primer momento, acostumbrada a la bañera tradicional de toda la vida no reparé en realizar cambio alguno y menos colocar o instalar un plato de ducha en mi vivienda. Fue a raíz de la visita de mi madre en las vacaciones de verano, que tras uno de sus múltiples refrescos en la bañera por el calor continuo de los meses de julio y agosto, ya que mi madre no soporta el aire acondicionado, me sugirió instalar un plato de ducha. Yo no estaba pensando, en modo alguno, en colocar un plato de ducha porque suponía un coste adicional en un momento en el que pensaba irme de viaje de vacaciones a Canarias. Me argumentó un sinfín de ventajas que yo percibía insuficientes como para realizar un cambio que yo suponía aparatoso. Las circunstancias en unos días posteriores , cuando mi abuelo, se rompió la cadera justo al deslizarse en la bañera hizo que cambiase de opinión de inmediato , y lo que antes eran unas ventajillas no muy claras comenzaron a emerger como beneficios muy claros y consistentes. Comencé por estudiar las medidas de los platos. Las dimensiones de los platos de ducha despejaban el espacio del baño, haciéndolo más grande de una manera evidente, pero lo que me interesaba sobre todo era el poder evitar el que algún familiar o yo misma pudiese pasar por lo que pasó mi abuelo, por lo que convenientemente asesorada me incliné por el plato de ducha de resina, no sin antes investigar sobre la seguridad que ofrecían las mamparas. Después de aclarar todas éstas dudas, decidí colocar el plato de ducha. En una semana llame para instalar el plato de ducha y opté por las dimensiones intermedias. Es antideslizante, esto fue lo que me hizo sentirme muy bien, tranquila con la convicción que podría ofrecer a mi familia la seguridad para no tener un sobresalto más.